Si pudiera saber qué decir, todo estaría muy bien, tan sólo no supe y en verdad me arrepiento.
No está bien que en un instante pueda cambiar llevándome todo por delante; es idiota e inestable. Me arrepiento de no saber controlarme cada vez que me siento frustrado, cada vez que me siento desplazado en todos los sentidos y aventado hasta el último lugar de la fila, donde he encontrado un vacío exorbitante muy a menudo.
Y dentro de ese vacío se encuentra, gracias a Dios, una de mis pasiones mentales: crear imágenes de ti.
Sí, he creado imágenes de ti para suplantar tu ausencia física: si me siento triste, recurro a tu imagen sonriente para volverme a la normalidad; si me siento feliz, mi imaginación te trae con un beso y un guiño por delante; si muero de cansancio, ese cansancio que me hace querer cortarme la cabeza de vez en cuando, tus palmadas en la espalda y tus masajes revitalizantes se vuelven palpables y cálidos; si tengo ganas de sexo, mi mente... (mejor me detengo aquí).
Y es que en realidad pienso en ti como una sensación compleja que me asfixia, en los malos ratos, y me llena todo el demás tiempo... ojalá fueras vendida en cápsulas en la farmacia para comprarme una dosis cada vez que necesito de ti, cada vez que siento que me falta el aire de tranquilidad. Mi imaginación me mata y me revive gracias a ti.
Lástima que todo sólo allí, en mi mente, suceda.
No está bien que en un instante pueda cambiar llevándome todo por delante; es idiota e inestable. Me arrepiento de no saber controlarme cada vez que me siento frustrado, cada vez que me siento desplazado en todos los sentidos y aventado hasta el último lugar de la fila, donde he encontrado un vacío exorbitante muy a menudo.
Y dentro de ese vacío se encuentra, gracias a Dios, una de mis pasiones mentales: crear imágenes de ti.
Sí, he creado imágenes de ti para suplantar tu ausencia física: si me siento triste, recurro a tu imagen sonriente para volverme a la normalidad; si me siento feliz, mi imaginación te trae con un beso y un guiño por delante; si muero de cansancio, ese cansancio que me hace querer cortarme la cabeza de vez en cuando, tus palmadas en la espalda y tus masajes revitalizantes se vuelven palpables y cálidos; si tengo ganas de sexo, mi mente... (mejor me detengo aquí).
Y es que en realidad pienso en ti como una sensación compleja que me asfixia, en los malos ratos, y me llena todo el demás tiempo... ojalá fueras vendida en cápsulas en la farmacia para comprarme una dosis cada vez que necesito de ti, cada vez que siento que me falta el aire de tranquilidad. Mi imaginación me mata y me revive gracias a ti.
Lástima que todo sólo allí, en mi mente, suceda.
A R, de Cis by Equipo Amor
Nota: este es un escrito pensado hace aproximadamente 5 años, no refleja mi realidad al día de hoy, he avanzado, he evolucionado y sigo imaginando cosas, justo como todo mundo hace.
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