Ya sea por bullying, por problemas familiares o por algún transtorno mental, el suicidio registró en México entre 1970 y 2007 un aumento del 275%, según un estudio publicado en agosto del 2010 por Guilherme Luiz Guimaraes Borges, investigador del Departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana.
El estudio señala que en 12 meses, 6 millones 593 mil 600 pensaron en el suicidio, 593 mil 600 intentaron quitarse la vida y 99 mil 731 debieron ser atendidas después del intento. Bastante triste, ¿no es así?
El INEGI aún no publica las cifras de suicidios actualizadas al 2010, pero los especialistas cuentan con proyecciones que plantean que la muerte autoinfligida se habría triplicado en los últimos 40 años.
Sobre la locura, una de mis inspiraciones, Charles Bukowski, opinaba: "alguna gente no enloquece nunca... qué vida verdaderamente horrible deben llevar". Nunca había estado en desacuerdo con él, y es que no me agrada la idea de que esta conducta pueda llevarte al suicidio, para mí, estar loco no es aceptable.
Y aunque digan que para ser artista o escritor o lo que sea, es necesario tener algo de loco, las cifras opinan otra cosa, argumentan una triste realidad.